"LA NOSTALGIA ES UN ESPEJO, QUE DUPLICA LO VIVIDO, RESCATANDO NUESTRO TIEMPO, DE LAS GARRAS DEL OLVIDO."

29 de noviembre de 2016

Levántate, despierta y anda.

Qué tal, espero que anden muy bien.

Vengo a contar lo que fue este año para mí, considero que fue muy importante, en el que crecí, aprendí, y sobre todo SENTÍ mucho.

Lo divido en la primera mitad (hasta julio), y de ahí para adelante. La verdad que no empezó siendo un buen año. Me alejé de algunas personas, se alejaron de mí. Me sentía triste, un poco sola. Me sentí muy desilusionada y decepcionada. Se me rompió el corazón en más de una situación. Mi banda favorita entró en un impasse!!
 Igual, creo que lo peor es no gustarse a uno mismo. No quererse, quizá no comprenderse. Me sentía perdida, hace un tiempo ya, y no sabía como salir de eso. Porque de lo que te hace mal, que viene de afuera, te podes alejar. Pero de uno mismo no. 
Todo fue así hasta que hice el curso de Talitá Kum, curso del que hablé en una entrada anterior. Fueron 5 días y medio de volver a mi pre adolescente. De encontrarme a mí, de entenderme, de saber que es lo que quiero, o por donde quiero ir hoy. Me sentí nueva, la cabeza me cambió por completo. Estaba muy feliz. Y así aprendí que hasta las personas con las que uno imaginaba compartir la vida por mucho tiempo más se van. Y que está bien, que no es la obligación de nadie quedarse, y como tampoco lo es esperar. Que uno elige hasta donde lo afectan las cosas. Y fue en ese momento que decidí no estar mal por lo mismo. Que iba a soltar, fuese como fuese. Decidida a crecer y a no esperar nada de nadie. A confiar en mí, a fijar objetivos y lograrlos. (Si lo quiero lo consigo, y si no accedo me lo olvido.) Decidida a quererme. También dejé de sentir tanto las ausencias de las personas que siempre van a tener un lugar en mi corazón, pero que ya no forman parte de mi vida, y a sentir las presencias de los que si están. De los que día a día me demuestran amor, afecto y cariño. Los que me bancan la parada, los que me van de frente sin vueltas. Esos valen de verdad. Y hay algo que descubrí, que me encanta dar cariño, me gusta demostrar que quiero, decirlo. Me es necesario. La vida es mucho más fácil así, y mucho más bella.
Desde ese momento soy otra, y los objetivos que me propuse los logré. Pasé por un montón de estados, y la verdad que me llevó mucho tiempo entender las cosas como las entiendo hoy. Sé que va a haber mucho más que padecer, y mucho por lo cual apasionarme. Pero estoy tranquila. Y es hermoso. 
Espero que lo poquito que queda del año lo terminemos de la mejor manera, lo mejor está por venir, siempre. Y ya llegó. Solo hay que aprender a mirar.
Que el año que viene sea todo o no sea nada.
(Tengo la suerte de empezarlo yéndome al Norte unos días con amigos, seguir recorriendo esa parte del país que me robó el corazón.)
Y que esté lleno de recitales, por favor.

Un beso enorme, como siempre gracias por leer
Lola.

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