Tirarse en el pasto, ver las montañas que te rodean, sentir paz, sentirse libre. Una de las sensaciones más bellas que alguna vez sentí.
- Pero, ¿cómo puedo estar seguro de si un camino tiene corazón?
- Cualquiera puede saber esto. El problema es que nadie se hace la pregunta y cuando uno por fin se da cuenta de que ha tomado un camino sin corazón, el camino ya está a punto de matarlo. En esas circunstancias muy pocos pueden pararse a considerar y más pocos aún pueden cambiar el camino.
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